MATRONA: Del latín “madre de familia”, “mujer casada”.
He aquí un origen etimológico que hace justicia al concepto actual de la palabra matrona (o matrón, que no nos olvidamos de vosotros). Madre de familia, sí, pero no necesariamente de hijos propios, sino más bien de hijos ajenos. “Madres” de todos aquellos hijos que estas profesionales ayudan a traer al mundo.
Matronas de atención primaria, matronas de clínicas y hospitales públicos y privados, matronas de centros de preparación al parto, matronas de visita a domicilio… Sea cual sea la modalidad bajo la que ejercen su vocación profesional, las matronas parecen tocadas por la misma varita mágica de otorgamiento de virtudes: en general, son cercanas, empáticas, pacientes y resolutivas. La matrona siempre está dispuesta a ayudar; ya sea a la embarazada que llena de dudas acude inquieta a su consulta, durante el parto, o a la mujer convertida en madre que con su bebé en brazos afianza aún más el vínculo con su matrona y busca su consejo para proporcionarle a su hijo los mejores cuidados.
Las matronas se ocupan – y preocupan – del bienestar físico y psicológico tanto de la madre como de su bebé. A menudo hacen hincapié en la importancia de que las madres se ocupen de sus bebés sin despreocuparse de sí mismas. Nos explican los beneficios de la lactancia materna, la importancia de recuperar el tono muscular después del parto (¡no olvidéis hacer los ejercicios de Kegel!), de llevar una alimentación sana, nos enseñan a fortalecer el vínculo emocional con nuestros bebés a través de los masajes, a cuidar su higiene, nos explican cuáles son los trastornos típicos de los bebés y cómo reaccionar ante ellos… En esencia, nos preparan para optimizar el bienestar de nuestro bebé sin dejarnos a nosotras mismas olvidadas en el proceso.
Una se acaba dando cuenta de que las matronas son capaces de ofrecer consejos de máxima utilidad tocando cuestiones del ámbito de la ginecología, la psicología (¿por qué resulta tan fácil contarle “nuestras cosas” a la matrona?), la pediatría, la sexología y la nutrición. Cuando perciben que una situación lo requiere, entonces nos derivan al especialista pertinente sin dilación y con humildad. Nos dan lo mejor que tienen sin autoregalarse medallas al mérito. Así son ellas: ayudan sin hacer ruido.
Pedimos disculpas a todos los lectores que no tengáis nada que ver con el mundo de las matronas, pero este primer número de nuestra newsletter, ahora que cumplimos 7 años y estamos de celebración, va dedicado a ellas: GRACIAS, MATRONAS.