[:es]Las dudas y preocupaciones durante el embarazo son muy habituales. Con ello, uno de los dilemas más generalizados es saber si es mejor reposar y no hacer mucho ejercicio físico, o por lo contrario realizar ejercicio como la natación en el embarazo para mejorar nuestra salud y la del bebé.
Ante esta duda, la mayoría de médicos especializados argumentan que el ejercicio durante el embarazo puede ser más beneficioso (tanto para nosotras como para nuestro bebé) en vez de estar en constante reposo, pero siempre con ciertas precauciones:
– No debemos realizar ejercicio intenso con contragolpes (sacudidas o saltos).
– No debemos superar las 140 pulsaciones por minuto durante la ejecución.
La natación es uno de los ejercicios más recomendados para mejorar la salud de las madres. Una de las grandes ventajas de la natación es que el agua amortigua el peso corporal, por lo que las embarazadas tienen más libertad de movimiento y menos sensación de pesadez por el efecto de la gravedad. Aunque hay que cuidar especialmente la espalda durante estos ejercicios, pues también debe soportar el peso del bebé.
Por este motivo, las embarazadas suelen elegir este tipo de ejercicios acuáticos antes que los ejercicios de suelo (que normalmente tienden a soportar más peso y esfuerzo).
¡Sigue leyendo que te damos algunos consejos!
Los beneficios más conocidos de la natación en el embarazo son:
– Relaja las zonas del cuerpo sobrecargadas por el peso de la gestación.
– Controla el peso.
– Mejora el sistema cardiovascular.
– Tonifica los músculos ejercitados.
– Mejora la flexibilidad del cuerpo y su resistencia, fortaleciendo los ligamentos y articulaciones.
– Disminuye el estrés y la tensión nerviosa.
– Reduce el dolor en el momento del parto.
– Favorece dormir mejor.
En lo que se refiere a posturas adecuadas para la natación en el agua, la única que NO está recomendada es la de nado tipo mariposa boca abajo (pues la parte delantera de la embarazada chocaría constantemente con el agua).
De las posturas más recomendadas para las embarazadas en el agua podemos destacar:
– El nado a espalda (es el más sencillo y además está recomendado para las que no están acostumbradas a nadar).
– El nado tipo crol (es la postura más difícil de coordinar, aunque la más beneficiosa para el sistema cardio-respiratorio).
– El nado a braza (fortalece zonas concretas del cuerpo como los glúteos, los abductores y el periné), muy recomendable en los meses 6 y 7 de embarazo.
Hay que tener en cuenta que los médicos especialistas recomiendan no realizar ejercicios de natación en las embarazadas a partir del 8º mes de gestación, pues durante ese periodo existe el riesgo de que se pierda el tapón mucoso de forma involuntaria.
¿Te han gustado los consejos sobre los beneficios de la natación durante el embarazo? ¿Qué ejercicios te gusta realizar durante esta etapa? ¡Cuéntanoslo![:]